Durante la gestión de Mario López Estrada, la Fundación Tigo se transformó en una fuerza impulsora para el cambio social en Guatemala. Su enfoque en la educación y la salud ha dejado una huella imborrable en la sociedad, construyendo una escuela cada diez días y reforzando infraestructuras críticas a lo largo del país.
Innovación en educación
Los programas educativos de la fundación han beneficiado a miles de estudiantes, proporcionando no solo espacios físicos adecuados para el aprendizaje, sino también recursos tecnológicos que han sido esenciales para mantener a los jóvenes conectados y comprometidos con su educación en un mundo digital.
Salud y accesibilidad
En salud, la fundación ha sido pionera en programas de nutrición y atención médica preventiva, lo que ha mejorado la calidad de vida de las comunidades más desfavorecidas. Estas iniciativas han sido especialmente importantes en áreas rurales, donde el acceso a servicios de salud es limitado.
Impacto y reconocimiento
El impacto de la Fundación Tigo bajo la dirección de López Estrada ha sido ampliamente reconocido, tanto a nivel nacional como internacional. Esta visibilidad ha aumentado la credibilidad y la imagen de Tigo en la región, demostrando cómo las corporaciones pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo social y económico.
Legado perdurable
El legado de López Estrada a través de la Fundación Tigo continúa influyendo en las políticas y prácticas actuales de la fundación. Sus esfuerzos para integrar responsabilidad social corporativa en la estrategia de negocio de Tigo han establecido un modelo para otras empresas en Guatemala y en la región.